Bien se dijo,
quel exilio
es de la muerte
la segunda cara.
Tu sangre redentora,
fracasó en limpiar mis pecados.
Tu cruz & tu tortura,
sólo son política & leyenda.
Ni toda la furia de Francia,
ni Robespierre, ni todos los santos,
ni siquiera el patíbulo
de revolución adornado
pueden lo q la Patria puede.
Sólo mi tierra & sus frutos,
pueden curar el dolor
que causa no dormir en casa.
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